EL DIEZMO

Otro legado de los religiosos es, "tenemos que dar el diez por ciento de nuestras ganancias a dios". ¿Para qué necesita plata dios, si él tiene todo, si él es dueño del oro y la plata? lo que sucede es, que este diez por ciento era espiritual y la frase ha sido mal interpretada y pesimamente utilizada por gobernantes de todos los tiempos, por numerosos lideres religiosos, hermanos y hermanas de la caridad, con la presunta finalidad de llenar el arca de sus templos particulares. Muchos informes de los verdaderos órganos de control ya han confirmado estos casos, incluso, se comenta que ya han salido de los fueros partidarios y han ido a los de la construcción y adquisiciones. Estos reportes oficiales, confirman que los mensajeros recorren el mercado de valores para pedir el diezmo para el nuevo dios encaramado en el poder. La cosa es que la plaga se ha difundido como una maldición y, no sería nada extraño que, la peste se haya trasladado a ciertas personas de algunas organizaciones, defensoras de los trabajadores, como sucede en las organizaciones sindicales en los puertos de las grandes ciudades del mundo; aquí, cobran aunque sea en crudo, comentan las malas lenguas. En todo caso, si reciben el diezmo, hagan una buena obra o realicen un buen servicio, ¿tenemos otro remedio?