No, aunque usted no lo crea, el gerente del hospital del seguro social de Iquitos, no es un búfalo, como le dicen sus amigos y enemigos; lo que hemos visto hoy, al asistir a una consulta, es a un doctor pequeño en estatura, pero, muy ágil supervisando los consultorios de atención.
El Dr. Pinedo, se movía como una liebre en el entorno de este hospital de muchos pobres. Iba de uno a otro sitio preguntando a los pacientes sus requerimientos y aconsejando a los médicos y enfermeras, especialmente a éstas. Después de tiempo he ido a este hospital y, por primera vez, veo a un ejecutivo en esta actitud, yo no sé, si esto hará todos los días, esperamos que así sea, para beneficio de todos los asegurados, y que los búfalos aprendan de esta actitud para ser serviciales.
Por otra parte, la señora Evita Macedo, asistente del doctor Velásquez, de traumatología, demostró, el día de hoy, lo que es una mujer loretana honesta. Al entregarle mis documentos para mi consulta, se adhirió un billete de veinte soles, sin que me diera cuenta; al salir del consultorio, la dama, en mención, me devolvió mi dinero, un fondo que ya lo tenía perdido. Esta actitud es digna de mencionar y, sin ironías, mujeres como Evita, a quien recién conocí el día de hoy, deberían estar en algún ministerio, gobierno regional o municipalidades, o en algún partido político como en el de los compañeros, mujeres honestas y transparentes, para transformar el país Es algo que no se observa todos los días y ejemplo para el mundo.
Dicen que es el contagio honesto del chato gerente. No sé si será esto, pero, si es así , que continúe el contagio.
El Dr. Pinedo, se movía como una liebre en el entorno de este hospital de muchos pobres. Iba de uno a otro sitio preguntando a los pacientes sus requerimientos y aconsejando a los médicos y enfermeras, especialmente a éstas. Después de tiempo he ido a este hospital y, por primera vez, veo a un ejecutivo en esta actitud, yo no sé, si esto hará todos los días, esperamos que así sea, para beneficio de todos los asegurados, y que los búfalos aprendan de esta actitud para ser serviciales.
Por otra parte, la señora Evita Macedo, asistente del doctor Velásquez, de traumatología, demostró, el día de hoy, lo que es una mujer loretana honesta. Al entregarle mis documentos para mi consulta, se adhirió un billete de veinte soles, sin que me diera cuenta; al salir del consultorio, la dama, en mención, me devolvió mi dinero, un fondo que ya lo tenía perdido. Esta actitud es digna de mencionar y, sin ironías, mujeres como Evita, a quien recién conocí el día de hoy, deberían estar en algún ministerio, gobierno regional o municipalidades, o en algún partido político como en el de los compañeros, mujeres honestas y transparentes, para transformar el país Es algo que no se observa todos los días y ejemplo para el mundo.
Dicen que es el contagio honesto del chato gerente. No sé si será esto, pero, si es así , que continúe el contagio.
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